Paulo Romero: Trenzador y guasquero
Una de las singularidades que ofrece Diamante a los visitantes durante las lunas festivaleras es la gran carpa de artesanas montada a la entrada del predio Martín Fierro.
Una de las singularidades que ofrece Diamante a los visitantes durante las lunas festivaleras es la gran carpa de artesanas montada a la entrada del predio Martín Fierro.
Este año la carpa cuenta con 24 metros de largo por 8 metros de largo, dando oportunidad de mostrar sus productos a 30 expositores de todo el país.
En la misma se puede encontrar cuchillos artesanales, objetos de platería, de cuero crudo, herrería artística, alpaca, madera, metales y plata, estampados de remera, artesanías en astas, repostería, bijouteri y dispenser de yerba.
De los pagos de Viale, pero oriundo de Crucecita Séptima, llegó Paulo Romero, para mostrar lo que hace desde hace mucho tiempo. “Soy trensador, soy guasquero”, así se definió.
Este hombre de campo como se considera, trabaja en cuero, realizando arriadores, bozales. “Aprendí hacer guascas como cualquier peón de campo, después por razones de la vida me vine al pueblo y con el tiempo me dediqué a la cuchillería, soy encabador” dijo.
Su tarea consiste en encabar los cuchillos en madera y tiento, además de reciclar cuchillos antiguos. “Al cuchillo de mesa lo convierto en verijero” ilustró.
Por su paso en los años del Festival de Diamante, recordó que desde los años 70 viene a esta fiesta. “Vengo desde que comenzó la fiesta, allá en Costa Grande, en el campo de los Gieco”. “Llegué por primera vez como “cronometista”, para desempeñar el oficio de campanillero”.
De los primeros años, recordó anécdotas con Carlos Santa María, Víctor Velázquez y Cafrune. “La fiesta la conozco de toda la vida” y menciono tener en su poder una variedad de recuerdos plasmados en un álbum.
Se considera una leyenda entre los artesanos, específicamente al hablar de lo que él hace.