La creciente del río Paraná afectó también a sus efluentes, como en el caso del arroyo La Ensenada.
Para paliar la situación, la Municipalidad de Diamante trabaja desde hace tres semanas en un sistema de defensa que requirió la movilización de más de 700 metros cúbicos de material.
Para realizar el trabajo se requirió la utilización de varios camiones, motoniveladora, topadora y retroexcavadora.
Además de la defensa de tierra, la comuna cavó una fosa donde introdujo polietileno de 200 micrones para impermeabilizar y mitigar los efectos de la creciente del Paraná.
Los trabajos se continúan haciendo en todo el borde costero, sobre todo en el área donde estaba ubicado el circuito del SP1000.
“De no haber realizado los trabajos a tiempo, hoy estaríamos con gran cantidad de agua dentro del predio”, aseguró la intendenta, Claudia Gieco.
Según datos de Prefectura Naval Argentina, hoy la altura del río Paraná en Diamante es estacionaria y marca 5,34 metros. En Iguazú, bajó 0,80 metros.