Mañana no habrá recolección de residuos por la Fiesta Patronal
La Municipalidad de Diamante informó que mañana no habrá recolección de residuos. Es por la Fiesta Patronal de la ciudad. El servicio se normalizará el jueves.
Pero como una constante de la curiosa historia diamantina, un día nos enteramos
que teníamos también otro Patrono: San Francisco Javier, y que por una omisión
histórica no había sido tenido en cuenta durante años.
Para entender este proceso debemos retrotraernos al momento de la fundación de
Diamante en 1836, cuando se redactó la ley que declaraba al nuevo pueblo bajo
la protección de este último Santo.
Esta fundación, en realidad se trató de un acto jurídico sobre una localidad
que ya existía de hecho desde tiempo atrás, no acompañándose con otras medidas
que la organizara.
La vida
religiosa de sus habitantes, reforzada por la fe de esos guaraníes llegados en
1832 y que formaron en gran parte su base poblacional, tuvo su centro de
reunión en una capilla de paredes de adobe y techo pajizo, donde –según afirma
la tradición y estudios posteriormente realizados– se veneraba a la estatuilla
del Santo que aún se conserva como reliquia. Allí se recibía visitas pastorales
desde Paraná, que permitía entre otras cosas, administrar bautismos y
casamientos.
Así es que en los archivos del Arzobispado de Paraná hay testimonios de la
época, donde al margen de las anotaciones de los sacramentos brindados, se
colocaba el membrete “Capilla Interina de los Indios Diamante”. Al no existir
ningún archivo en el lugar, no quedó libro ni oficio que documentara acciones
de gobierno del comisionado ni testimonios de estas actividades religiosas.
Los avatares políticos del momento en la provincia, hizo que Diamante viviera
una situación extrema, donde sus habitantes se vieron reducidos en gran medida,
murieron en combate mucho de ellos, incluso sus dos últimos comisionados: el
Teniente Marcos Cuello y el Capitán Antonio Muñoz.
Para ilustrar el desconocimiento que había sobre detalles de esa etapa, en 1841
se envió desde el gobierno provincial una consulta sobre si tenían datos en el
lugar sobre la existencia de una ley de fundación, pues no se encontraban
archivados antecedentes, y si así era, cuál era la fecha de su sanción. La
respuesta enviada desde aquí fue que se creía que sí y que mencionaban algunos
viejos habitantes, podía ser datada en octubre o noviembre de 1836.
Lo cierto es que Urquiza como gobernador organizó sus primeras instituciones a
partir del 4 de julio
de 1848, mandándose a construir un templo al poco tiempo, decidiéndose designar
a San Cipriano como su Patrono.
El análisis de esta situación, permite deducir que quienes ocuparon todos los
cargos públicos eran personas recién llegadas y no tuvieron constancia de
lo acontecido anteriormente obrando de buena fe al ignorar la existencia de un
patrono fundacional. Tal es así que al fallecer algunos de ellos, como don
Antonio Ríos, el primer juez de Paz o posteriormente en un homenaje al coronel
Luis Hernández, primer comandante militar, se le atribuyeron actuaciones como
fundadores del pueblo.
Creo que las primeras pistas de la omisión cometida fueron encontradas y
divulgadas por el Dr. Martín Ruiz Moreno, un hombre que creció en Diamante en
la época de la fundación, desde donde emigró para realizar sus estudios,
recibiéndose de Abogado. Tuvo una gran trayectoria pública, ocupando
importantes cargos, entre ellos organizador y director del Archivo de la
Provincia, donde indudablemente no dejó de prestar atención a los papeles que
correspondían a su pueblo adoptivo. Al escribir en 1896 su obra “La Provincia
de Entre Ríos y sus leyes sobre tierras”, sacó a la luz el tema.
A partir de allí y en distintas etapas, los fieles diamantinos gestionaron que
se recuperara la figura del santo al sitial que le correspondía, lo que
finalmente se logró el 1º de diciembre de 1996 cuando se realizó la
proclamación eclesial de San Francisco Javier como segundo Patrono de Diamante.
(Textos de Ricardo César Brumatti)